¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico (AH) es un componente natural de nuestro organismo. Forma parte de la estructura que sostiene a las células de la piel. Y, junto con el colágeno y la elastina, le proporcionan firmeza y elasticidad. Aunque en la piel se concentra casi el 50% del ácido hialurónico total de nuestro cuerpo, también se encuentra en el cartílago y las articulaciones. Sus principales funciones en la piel son:
– HIDRATACIÓN. El AH es la única molécula en la naturaleza capaz de retener 1000 veces su tamaño en agua. En una persona de 70 kg, esta molécula puede almacenar hasta 15 kg de agua en su cuerpo.
– ESTRUCTURA. Además de formar los “cimientos” de la piel, el AH estimula el crecimiento de las células de las dermis encargadas de la síntesis de colágeno. También participa en la cicatrización y regeneración de la piel.
– PROTECCIÓN. Tiene efecto antioxidante. Protege la piel de los efectos nocivos de los radicales libres, producidos por el envejecimiento natural de la piel o por agentes externos como la contaminación o la radiación solar.
¿Cómo se aplica el ácido hialurónico en cosmética?
El ácido hialurónico que se utiliza en los productos cosméticos mantiene una estructura idéntica al de nuestro cuerpo. Es sintetizado de manera natural por microorganismos. En las formas de acción más duradera, el AH se incluye en un polímero en forma de gel que favorece su estabilidad, ayudando a que se mantenga más tiempo en la piel. Esto se conoce como ácido hialurónico reticulado. La estructura en forma de “red” le proporciona flexibilidad para un acople óptimo a las diferentes formas y volúmenes en cada parte del cuerpo.
Se puede encontrar ácido hialurónico en varios productos para el cuidado de la piel:
– Cremas o serums. Los productos se aplican directamente sobre la piel creando una película protectora que recupera y mantiene la hidratación de las capas más externas. Estos productos aportan firmeza y elasticidad, ayudando a prevenir la formación de arrugas.
– Productos médico-estéticos. Se aplican mediante pequeñas inyecciones localizadas que realiza un profesional médico. Actúan como un relleno dérmico recuperando el volumen original de la piel, minimizando las arrugas y aportando firmeza y esponjosidad. Se absorbe muy lentamente y sus efectos pueden permanecer durante meses.
¿Por qué tratarnos con ácido hialurónico si ya existe en nuestro cuerpo?
Con la edad perdemos la capacidad de producir y mantener el ácido hialurónico en nuestro cuerpo. La falta de AH en nuestra piel contribuye a la pérdida de elasticidad y firmeza lo que se traduce en mayor flacidez, pérdida de tono y la aparición de arrugas de expresión. Su presencia es esencial para mantener la integridad de la piel.
Al ser parte de nuestro organismo, el cuerpo reconoce el ácido hialurónico como algo propio por lo que no suele provocar reacciones, no genera residuos y se reabsorbe de manera natural. El tratamiento con ácido hialurónico restaura la estructura de la piel respetando la expresión. La estructura en red del relleno dérmico se adapta de forma orgánica a cada zona, recuperando las facciones originales de la persona.